El final del año de la vida
Un dÃa se apaga la luz. Llega el frÃo y acaba todo, en
la Navidad de la vida.
Lo malo, es que la vida, puede que no acabe en Navidad, con alegrÃa y festejos; sino que suceda en un otoño desolador.
A veces, solo se produce una muerte interior, por un amor de muerte temprana, muerte otoñal del amor, que mata a la vida misma, mata la alegrÃa, mata la ilusión, mata los sueños, limita los dÃas y oscurece aún más nuestras sombras.
Ojalá, que la vida acabe en paz, en armonÃa, con alegrÃa, con luces, guirnaldas y colores, de ese árbol con olor a plástico recalentado, con nieve detrás de la ventana y las caducas voces de fondo, cantando «¡¡¡¡125.000 …. pesetas!!!!»
Un final abrupto, en el desierto de hojas secas, rotas, embarradas…Â …es justo el que tenemos y debemos reescribir… ……………….
El final no es el final